El estudio de la Palabra en el discipulado

Raúl Alvarez Torrico

Resumen

En este estudio se explican los tres niveles del estudio de la Palabra que todo creyente debería poner en práctica para cruzar el puente hacia la madurez espiritual. Se explica cuál la importancia de la práctica de cada uno de esos niveles, dando pautas y consejos , así como algunos ejemplos de sus beneficios prácticos en la vida espiritual del Cristiano.

Introducción

"19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén." Mateo 28:19-20

Sin duda alguna el estudio de la Palabra es uno de los componentes más esenciales en el proceso del verdadero discipulado en la iglesia. Cuando el Señor Jesús dio a la iglesia "la gran comisión" claramente dijo: "id, y haced discípulos [...] enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado." Después de todo, la palabra "discípulo" significa aprendiz y seguidor. ¿Pero aprendiz y seguidor de que? De la Palabra, por supuesto. Y dicho sea de paso, uno de los misterios más grandes de la Biblia es precisamente que Cristo ES la Palabra.

"En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios" Juan 1:1

Tal vez por eso que dijo también el Señor Jesús:

"Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;" Juan 8:31

¿Y qué es permanecer en su palabra? Permanecer en su Palabra es:

  1. Estudiarla minuciosamente para conocerla bien.
  2. Conocerla bien para obedecerla y ponerla en práctica diligentemente.

Niveles del estudio de la Palabra

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El dominio de la práctica de esta disciplina espiritual se logra en tres etapas graduales. Cada una requiere más trabajo y dedicación que la anterior. Pero las tres tienen un lugar permanente en la vida y el crecimiento espiritual del Cristiano.

"Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien." Josué 1:8

"6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos;9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas." Deuteronomio 6:6–9

El estudio de la Palabra es un tema extenso en sí mismo que requiere un tratamiento aparte. Sin embargo, teniendo en mente un desarrollo práctico y conciso del tema, útil para nuestro proceso de discipulado y crecimiento espiritual, a continuación mencionaremos ideas y consejos prácticos que nos ayuden a entender la importancia de la lectura, memorización y estudio sistemático de la Palabra, así como algunas pautas de acerca de cómo iniciarse en la práctica de las mismas.

Lectura de la Palabra

"Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón." Hebreos 4:12

"Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios." Romanos 10:17

"Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?" Gálatas 3:2

"Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?" Gálatas 3:5

"Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis." Gálatas 5:17

Memorización de la Palabra


La Biblia en la antigüedad

En la antigüedad la memorización era incluso más practicada que la lectura. Pues los que podían leer eran muy pocos debido a que no existían los programas de educación y alfabetización general que son comunes hoy en día. En otras palabras, no existía la educación escolar obligatoria tal y como la conocemos hoy en día. Por otra parte, tampoco existían copias abundantes de la Biblia a disposición de personas comunes y corrientes. En esos días tener un libro —típicamente un pergamino escrito a mano— era un lujo que sólo la gente rica podía costearse. Y la Palabra de Dios era entonces una colección más o menos completa o incompleta —como se lo quiera entender— de pergaminos que contenían todos o algunos de los libros del canon Bíblico. A éstos, solamente escribas y estudiosos de la ley podían acceder generalmente. En la época de la iglesia primitiva, copias de dichos pergaminos existían por lo general sólo en las sinagogas. Entonces los judíos iban a las sinagogas para escuchar la lectura de la Palabra de Dios y aprovechaban la ocasión para tratar de memorizarla, pues era finalmente la única forma de llevarla luego consigo.

Dos mil años después, las personas pueden tener no sólo la Biblia completa en sus dispositivos móviles, sino que también múltiples traducciones de la misma, junto con otros materiales como léxicos Griego y Hebreo, así como comentarios, diccionarios y enciclopedias Bíblicas, etc. Irónicamente, el amor, reverencia y sentido de valoración por la Palabra escrita de Dios pareciera haber disminuido paralelamente al avance de la ciencia que posibilita esta maravilla actual (Dn. 12:4, Mt. 24:12).


"Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. 2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. 4 Él respondió y dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. 5 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, 6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. 7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. 8 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, 9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. 10 Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás." Mateo 4:1–9


Pensamientos intrusivos

Son pensamientos impulsivos involuntarios de violencia, blasfemia, conducta sexual inapropiada, etc. que algunas personas experimentan. Se manifiestan mediante imágenes o palabras que aparecen espontáneamente en la mente de la persona y que pueden llegar a ser muy perturbadoras. Su origen se explica fácilmente en el hecho de que todos los seres humanos tenemos aquella naturaleza carnal pecaminosa heredada de nuestros padres Adán y Eva, la cual cargaremos toda nuestra vida. Por ese motivo, incluso los creyentes nacidos de nuevo están sujetos a experimentarlos.

Los pensamientos intrusivos no siempre son pecado. Éstos son manifestaciones de nuestra naturaleza caída, la cual nos quiere llevar siempre a pecar. Estos también se originan a veces por la influencia pecaminosa que recibimos del mundo, a la cual estamos expuestos en la vida diaria. Entonces, un pensamiento intrusivo es una "propuesta" pecaminosa de nuestra carne, la cual si rechazamos inmediatamente, no pecamos. Pero si la entretenemos y finalmente sucumbimos a ella, entonces pecamos.

"14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.15 Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte." Santiago 1:14–15

Por otra parte, es nuestra responsabilidad el no alimentar la concupiscencia pecaminosa, privándonos de ver y oír cosas que pueden llenar nuestra mente y corazón de deseos pecaminosos. Por ejemplo, una persona que acostumbra constantemente a ver desnudez o pornografía, con toda seguridad tendrá constantemente pensamientos intrusivos de inmoralidad sexual. Una persona que acostumbra ver imágenes de agresión y violencia tendrá constantemente pensamientos intrusivos de ira, violencia y deseos de venganza. De ahí la importancia de evitar exponer nuestros sentidos a aquello que es malo.

"22 La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz;23 pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?" Mateo 6:22–23


La memorización es clave para el evangelismo personal

Finalmente, el evangelismo personal eficaz no es posible sin la memorización de versículos. Un creyente que no sabe de memoria todos los versículos relevantes a los fundamentos del evangelio, no podrá evangelizar eficazmente. Se puede argumentar que 90% del procedimiento que se debe realizar en el evangelismo personal —simplificando un poco— se resume a dos cosas:

  1. Repetir de memoria los versículos relevantes a los fundamentos del mensaje del evangelio.
  2. Explicar de forma clara y concreta su significado.

Ambas cosas, por supuesto bajo un esquema apropiado de transmisión del mensaje. Lo demás, es obra del Espíritu Santo, quien por supuesto obra a través de la Palabra que está siendo predicada.

"¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?" Romanos 10:14

"Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios." Romanos 10:17

"Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?" Gálatas 3:2

"Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?" Gálatas 3:5

La memorización es también clave para la apologética


¿Qué es apologética Cristiana?

La palabra "apologética" viene de la palabra en Griego  "apologia" que significa "presentar defensa". Entonces, la apologética Cristiana es la defensa argumentativa o intelectual de la fe Cristiana. Su práctica se fundamenta en el siguiente pasaje:

"sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;" 1 Pedro 3:15


Tarde o temprano como Cristianos seremos cuestionados —en ocasiones incluso agresivamente— acerca de nuestra fe. A veces por personas que sin ser Cristianas conocen sin embargo muy bien la Biblia, aveces mejor que los mismos creyentes. Con toda seguridad jamás podremos defender apropiadamente nuestra fe si no conocemos de memoria pasajes que argumentan el por qué de nuestras creencias.

Hay hermanos cuyo ministerio es netamente la apologética, éstos incluso participan en debates públicos y están muy bien capacitados para ello. Sin embargo de todos modos, tarde o temprano todo Cristiano se verá en la necesidad de defender o al menos explicar el por qué de su fe. A menudo, es un amigo o un pariente quien por pura curiosidad nos pregunta por qué creemos lo que creemos. Para esas ocasiones, es imprescindible saber aquellos versículos de memoria que explican nuestra fe en Cristo. Después de todo, éstas son también ocasiones más que propicias para presentar el evangelio.

Estudio sistemático de la Palabra

Finalmente, el nivel más profundo del aprendizaje de la Palabra es el estudio sistemático. Todo creyente con más de un par de años de asistencia a la iglesia debería ser alentado a iniciarse en el estudio sistemático de la Palabra, de acuerdo a su tiempo y sus posibilidades. Para esto, el impulso brindado por pastores y líderes es crucial.

Cuando decimos "sistemático" simplemente estamos diciendo "ordenado" o bajo un plan o programa concreto. Es decir que la idea del estudio sistemático es dejara a la improvisación lo menos posible, pero nuestro plan no tiene que ser perfecto desde el inicio, se puede mejorar mientras uno avanza. Lo importante es iniciar, y ésto se lo puede hacer siguiendo consejos muy fáciles de seguir:

Conclusión

La práctica de la disciplina espiritual del estudio de la Palabra no es fácil, en el sentido de que requiere compromiso personal y disciplina. Y no es tampoco algo que se logra de la noche a la mañana. Finalmente, no tiene que poner en práctica desde un principio TODO lo que se ha mencionado en este estudio. Sea realista y fíjese metas realistas, las cuales está seguro que va poder cumplir. Empiece con lo que sea más fácil para Ud. y avance poco a poco. Solo recuerde este consejo que es importante:

Una vez que empezó, jamás se detenga por ningún motivo. Continúe a pesar de todo.

Por eso es importante empezar con un régimen que Ud. sabe que va poder cumplir, y aumentar paulatinamente desde ahí. Con toda seguridad, con la gracia y la bendición de Dios, empezará a ver los resultados en su crecimiento espiritual casi de inmediato.

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Este material está en constante revisión y complementación.

Versión 0.1 (09-07-24)