Control parental del Internet desde una perspectiva Cristiana

Raúl Alvarez Torrico

Resumen

En este artículo hablaremos acerca del "control parental" desde una perspectiva cristiana. Empezaremos dando primeramente una definición para luego justificar por qué el control parental de los hijos en el acceso al Internet es necesario. Luego hablaremos también acerca del control parental desde una perspectiva Cristiana y cómo es que éste debe estar necesariamente basado en principios Cristianos para la crianza integral de los hijos.

Definición de control parental

Se conoce como "control parental" o "control de padres" a ciertas herramientas encontradas en los servicios de información digital usadas para restringir el acceso de menores de edad a contenidos que son inapropiados para personas en etapa de formación. Por ejemplo: pornografía, violencia y toda actividad ilícita en general. Dichos servicios de información digital son entre otros: televisión digital —televisión por cable por ejemplo— computadoras, video juegos, dispositivos móviles —celulares, tabletas, etc.— así como software o programas. Por su parte, algunas de estas herramientas tecnológicas mencionadas son entre otras: los filtros de contenido, los controles de tiempo de uso, el monitoreo de localización y actividad, etc.

De forma más general sin embargo, podemos denominar también como "control parental" a la actitud o conducta asumida por los padres para evitar que sus hijos sean expuestos a contenido inapropiado en Internet. Sea mediante el uso de las herramientas tecnológicas arriba mencionadas, o mediante otras estrategias que incluyan o no el uso de dichas herramientas.

¿Por qué es necesario el control parental?

El control del acceso de menores de edad particularmente al Internet y las redes sociales es necesario debido a la existencia de contenido sumamente inapropiado y perjudicial para niños, adolescentes y jóvenes. Contenido que es nocivo incluso para personas adultas —cuánto más para menores de edad. Si bien en el Internet hoy por hoy encontramos innegablemente muchas cosas buenas y constructivas, como Cristianos sin embargo debemos estar conscientes de que éste es también ciertamente un medio para la propagación de cosas malas y altamente destructivas. Hoy por hoy lamentablemente el Internet es un medio eficaz para la propagación y el incentivo de conductas pecaminosas explícitamente condenadas por Dios en su Palabra. Por ejemplo: la inmoralidad sexual, el odio, la violencia y el homicidio, la codicia y la avaricia, la vanidad y la idolatría, la mentira y el engaño, la conducta rebelde y delincuencial, así como una plétora de ideologías y filosofías contrarias a la Palabra altamente destructivas que no solamente condonan directa o indirectamente todo lo anterior, sino que las promueven. Por ejemplo: el humanismo secular, la ideología de género, el feminismo moderno, el posmodernismo, el neomarxismo, etc.

Por otra parte, el control parental es también necesario para proteger a los niños de ser víctimas de actividades delictivas como el abuso sexual, los secuestros, las estafas, etc. Debido a la influencia preponderante del Internet y las redes sociales en la vida moderna, el control parental del Internet es un componente necesario en la educación y la crianza de los hijos.

Tipos de sitios web dañinos

Todo lo que mencionaremos a continuación referente a sitios web comprende también aplicaciones móviles que se usan en celulares y tabletas, ya que gran parte de dichas aplicaciones están generalmente ligadas al uso de sus sitios web correspondientes. Las frases "sitio web", "página web" y "portal web" se usan generalmente de manera indistinta para hacer referencia a cualquier dirección o dominio en la red de acceso público mediante un navegador web.

Sitios web de pornografía

Contienen material pornográfico y de sexo explícito —generalmente fotos y videos—fácilmente accesibles para menores de edad mediante un navegador web. Son altamente dañinos no solo para menores, sino también para adultos, pues la pornografía puede producir adicción. Estos sitios lucran con la exposición y la venta de dicho material pornográfico, lo cual es técnicamente actividad de prostitución porque es venta de sexo. Esta actividad a veces está incluso ligada a la explotación sexual y el tráfico de personas, las cuales son por supuesto actividades ilícitas.

Sitios web de citas

Son sitios dirigidos a personas solteras que buscan relaciones de pareja. Para menores de edad —especialmente niños— estos sitios son generalmente más objeto de curiosidad, sin embargo dichos sitios son frecuentados por pedófilos y depredadores que buscan específicamente menores de edad para atraerlos y engañarlos. Éstos usan estrategias específicas para convencer a los menores de experimentar con la pornografía y los convencen también de tener encuentros —citas— personales en la vida real sin que los padres se enteren.

Sitios web de cámaras

Son similares a los sitios web de pornografía. La diferencia es que éstos muestran pornografía y sexo explícito transmitido en vivo a través de las cámaras web de los celulares y computadoras de las personas que usan estas plataformas. Los proveedores de estos "servicios" ganan dinero con esta actividad mediante la recepción de "propinas" monetarias, lo cual es también técnicamente prostitución. Al igual que con los sitios de pornografía, esta actividad está también ligada en ciertos casos a la explotación sexual y el tráfico de personas. Algunas de estas personas son inducidas mediante engaños a realizar dicha actividad para beneficio económico de sus explotadores, y otras personas son incluso obligadas a hacerlo. Dicha forma de actividad ilícita es sin duda una de las facetas de la esclavitud moderna.

Sitios y aplicaciones de chat

"Chat" es una palabra del idioma inglés que significa charla o conversación.

Estos sitios parecen inofensivos a simple vista, sin embargo la mayoría de ellos incentivan el contacto de sus usuarios con personas totalmente extrañas y de antecedentes desconocidos, lo cual es sumamente peligroso especialmente para menores de edad. Estos sitios web y aplicaciones son también usados por pedófilos y depredadores para engañar y atraer a menores de edad.

Sitios y aplicaciones de chat para adultos

Similar a los sitios y aplicaciones de chat regulares, éstos sin embargo no tienen restricciones de edad en cuanto al contenido compartido en ellos. Los usuarios no solo desarrollan conversaciones de tono sexual, sino que también comparten imágenes de cámaras web y fotografías que en algunos casos pueden ser sexualmente explícitas.

Sitios web de casino y apuestas

Son sitios de juegos de azar y apuestas —por lo general altamente adictivos— dirigidos a personas adultas . Debido a que se apuesta con dinero —generalmente mediante el uso de tarjetas de crédito y débito— no se espera que menores de edad los usen, pues normalmente éstos no tienen acceso a tarjetas de crédito o débito. Excepto aquellos menores de edad que cuentan con tarjetas proporcionados por su padres para su uso personal. Por otra parte, se ha sabido también de casos en los que menores de edad hacen uso de las tarjetas de sus padres en estos sitios sin el permiso de ellos.

Redes sociales

Aunque algunas personas no consideran de principio como peligrosos a los sitios y aplicaciones de redes sociales, sin embargo existe evidencia de que éstos son usados también por pedófilos y depredadores. Éstos comparten en estas plataformas fotos y videos pornográficos mediante mensajes privados.

Sitios web de sexting o sexteo

El "sexting" o "sexteo" consiste en el intercambio de mensajes de texto e imágenes eróticas de personas que desean tener encuentros sexuales, ya sea virtualmente en Internet o en la vida real.

Sitios web de violencia y sangre

En estos sitios se muestran imágenes de eventos reales de violencia y sangre tales como: torturas, asesinatos, ejecuciones, violaciones, abusos, accidentes sangrientos, etc. Las imágenes mostradas son sumamente perturbadoras incluso para adultos, cuanto más para menores de edad. Algunos usuarios de esto sitios pagan dinero para ver el desarrollo de estas actividades mediante cámaras web en vivo.

Sitios web de video juegos adictivos

Son sitios diseñados para incentivar el juego durante tiempos prolongados, gracias al tipo de contenido diseñado para causar fascinación en niños y jóvenes. Por ejemplo: juegos de aventuras, guerras, viajes espaciales, competencias de lucha, etc. Todo lo cual puede producir en los jóvenes adicción y pérdida de interés en los estudios y otras actividades constructivas. Por otra parte, algunos de estos juegos contienen también violencia, derramamiento de sangre, contenido sexual explícito, lenguaje inapropiado, etc.

La red oscura

La red oscura es aquella parte del Internet que está oculta a simple vista y cuyos sitios web no se pueden encontrar a través de los buscadores web tradicionales. Se necesita software especial, así como configuraciones y/o autorizaciones especiales para poder accederla. Un buen porcentaje del contenido encontrado aquí es ilegal y puede incluir: extorsión, mercados negros para la comercialización de drogas, armas de fuego, información robada, pornografía ilegal (pedofilia, violaciones sexuales), actividades de secuestro, tortura y matanza de animales y personas, etc.

Perspectiva Cristiana del control parental

El control parental como actividad para precautelar el bienestar de niños, adolescentes y jóvenes en etapa de formación tiene que estar necesariamente ligado a una estrategia integral de crianza Cristiana de los hijos. Ningún cuidado contra los peligros de nuestra cultura digital moderna es adecuado si los padres no aplican primeramente y ante todo principios Cristianos básicos en la crianza de sus hijos.

A continuación, desarrollaremos brevemente algunos de estos principios para poner su importancia en el contexto adecuado como base no sólo para la formación de los hijos en general, sino también para protegerlos de los innumerables peligros que conlleva hoy en día el uso del Internet. Esto por supuesto no implica ignorar el uso de las herramientas tecnológicas de control parental arriba mencionadas. Éstas por supuesto pueden ser muy útiles cuando se las usa en complemento a una adecuada crianza de los hijos bajo los principios de la Palabra de Dios.

Principios básicos de la crianza Cristiana de los hijos

La necesidad fundamental de los hijos

Una buena crianza de los hijos empieza por reconocer cuál es su necesidad fundamental. La cual no es por cierto ropa, comida, educación, fortalecer su autoestima, etc. —si bien estas últimas son importantes y esenciales. La necesidad suprema de los hijos es sin embargo su salvación. Es llegar al arrepentimiento para el perdón de pecados, es nacer de nuevo para alcanzar la vida eterna (Jn. 3:3, 6). No hay cosa más grande que un padre pueda compartir con sus hijos en esta vida, sino el mensaje del arrepentimiento para salvación del alma.

La Biblia dice que Jesucristo viene muy pronto para pagar a cada uno conforme a sus obras, y la recompensa de Dios para el pecado es la muerte. No obstante, no hay cantidad de dinero suficiente que una persona pueda ofrecer a Dios para salvar su alma.

"26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?27 Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras." Mateo 16:26–27

Por eso, evangelizar a los hijos es tarea primordial de los padres. Tarea que todo padre Cristiano no puede descuidar, ignorar, o relegar a otros. Si llevar el evangelio a los perdidos es una obligación primordial de todo Cristiano —y realmente lo es (Mt. 28:19)— cuanto más será cumplir esta tarea primeramente y ante todo con sus propios hijos.

Ahora bien, es natural que algunos padres se sientan intimidados de compartir el evangelio con sus hijos. Quizás por el temor de "hacerlo mal" y ser más bien causantes de añadirles confusión, o algo por el estilo —cosa que sin duda pasa por la mente de muchos padres. Sin embargo, todo padre puede reposar tranquilamente en el hecho de que no es imprescindible ser un experto en asuntos teológicos para compartir el evangelio con los hijos. Los principios fundamentales del evangelio se pueden enseñar y explicar de manera simple. De hecho, el mensaje del evangelio ha sido diseñado por Dios para que sea tan simple de entender para un niño como para un adulto.

Además, un padre puede también descansar en el hecho de que evangelizar a los hijos no es algo que se logra en un día y en un intento. Como si fuera un concurso de preguntas y respuestas en el que uno, o sabe la respuesta, o no la sabe. Y pierde o gana en un único intento. No es así. La evangelización de los hijos es una tarea constante, permanente y a largo plazo. Un día podemos enseñar a los hijos alguna idea fundamental del evangelio. Al día siguiente tenemos la oportunidad de mejorar, aumentar, profundizar o corregir —si fuera el caso. Y así sucesivamente cada día. Los niños son muy flexibles a este tipo de enseñanza gradual e informal que acepta de forma natural recapitulaciones y complementaciones. Incluso es mejor así para ellos.

Luego, un hijo que ha nacido de nuevo y tiene al Espíritu Santo morando en su corazón, tiene potencialmente la sabiduría y la fortaleza necesarias para apartarse de toda la inmundicia y las abominaciones que se encuentran hoy por hoy en el Internet. Ni el mejor control parental se acerca siquiera a lo que el Espíritu Santo puede hacer en la vida de los hijos para mantenerlos apartados de los peligros del pecado.

"12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor,13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad." Filipenses 2:12–13

Dios, a través de su Espíritu Santo produce en los creyentes la capacidad de hacer buenas obras y llevar fruto espiritual. El poder del Espíritu Santo pone en el creyente el deseo, la convicción y la capacidad de vivir una vida piadosa y apartada del pecado.

Disciplina no es castigo, es discipulado

"Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor." Efesios 6:4

La palabra "disciplina" usada en el pasaje anterior es traducida de la palabra Griega "paideia".


Definición de "Paideia"

1. Toda la formación y educación de los niños (relacionado con el cultivo de la mente y la moral, y emplea para este fin unas veces mandamientos y amonestaciones, también reprensiones y castigos). Incluye también el entrenamiento y el cuidado del cuerpo.
2. Todo lo que en los adultos también cultiva el alma, especialmente mediante la corrección de errores y frenando las pasiones.
- Instrucción que tiene como objetivo aumentar la virtud.
- Castigo (de los pecados con los que Dios visita a los hombres para su enmienda).


La disciplina entendida Bíblicamente consiste fundamentalmente de enseñanza, educación y amonestación en base a la Palabra. El castigo sólo es necesario como último recurso después de haber abundado hasta el cansancio en la enseñanza y la exhortación. Cuando los padres enseñan diligentemente a sus hijos la Palabra de Dios, el castigo rara vez se hace necesario.

Entonces,

La disciplina —como enseñanza y amonestación— es el discipulado de los hijos.

El deber de todo padre Cristiano es enseñar regularmente a sus hijos la Palabra de Dios. Pero ésto sólo funciona bien si ellos se enseñan primeramente a sí mismos la Palabra.

"6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes." Deuteronomio 6:6–7

Muchos ven acertadamente en el pasaje anterior un mandamiento de Dios a los padres: enseñar Su Palabra a sus hijos. Pero fallan sin embargo en ver que Dios manda en primer lugar a los padres que guarden Su Palabra en el corazón y se conviertan así en ejemplo para sus hijos.

Dicho de otro modo, en el pasaje anterior hay realmente dos mandamientos. Primero, que los padres —antes que los hijos— pongan la Palabra de Dios "sobre sus corazones". Esto significa que éstos no sólo deben conocer la Palabra de Dios, sino que también deben pensar y meditar frecuentemente en ella para entenderla. De tal modo que puedan aplicarla en sus vidas por convicción personal. Luego, habiendo hecho lo primero, viene recién el segundo mandamiento que dice "y las repetirás a tus hijos". Es decir, que los padres deben ahora enseñar a sus hijos a hacer lo mismo. Un padre no puede hacer lo segundo si no ha hecho antes lo primero.

Entonces, un hijo que recibe la enseñanza y amonestación de la Palabra, y es enseñado en todo el consejo y el temor de Dios, tendrá la capacidad dada por Dios de tomar decisiones sabias en el temor del Señor y apartarse de toda la inmundicia y abominación que se encuentra hoy por hoy en el Internet. No hay mejor control parental que lo hijos conozcan y entiendan la santidad y el temor de Dios, lo cual es consecuencia natural de ser instruidos apropiadamente en la Palabra.

"26 Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos;27 porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios." Hechos 20:26–27

Nuevamente, algunos padres —como es normal— se sienten intimidados de enseñar la Palabra de Dios a sus hijos. Sin embargo no hay por qué sentirse intimidados, pues es posible enseñarles la Palabra de forma simple pero efectiva. Después de todo los hijos no necesitan maestros de teología, sino padres que apliquen en la vida diaria lo poco o mucho que sepan ellos mismos de la Palabra. Finalmente, el ejemplo de vida y testimonio de los padres es el método más efectivo para enseñar la Palabra de Dios a sus hijos. Es un método que no tiene comparación.

"Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él." Proverbios 22:6

Al final, sabemos que los hijos tienen que aprender a andar solos. Los padres no siempre estarán al lado suyo para protegerles y para ayudarles a tomar decisiones sabias. Más aún, cuando lleguen a la adultez y se independicen, los padres ya no tendrán más autoridad sobre ellos. Los hijos tienen entonces que aprender a tomar buenas decisiones en el temor de Dios desde temprana edad. Y los padres deben enseñarles a temer a Dios —no a ellos mismos como padres— así cuando ya no estén, el temor de Dios permanecerá en ellos para apartarse por propia convicción de la inmundicia y abominación del pecado. Y esto es precisamente lo que Salomón nos da a entender en el pasaje anterior de Proverbios 22:6.

El estudio titulado "La disciplina en la Biblia" disponible en este sitio web desarrolla el significado e importancia de la disciplina, así como los tipos principales mencionados en la Palabra y su relación entre ellos.

No provocar a ira a los hijos

En el pasaje presentado anteriormente de Efesios 6:4 el apóstol Pablo nos decía también: "padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos". Y lo vuelve a recalcar en Colosenses:

"Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten." Colosenses 3:21

Estos dos pasajes describen la situación potencial de aquel hijo que se enoja, se entristece, se desalienta y se pone en estado de rebeldía por causa del maltrato recibido de sus padres. En otras palabras éste es el caso del hijo que recibe un trato injusto de sus padres. Aunque por otra parte los hijos naturalmente tienen siempre la tendencia a enojarse con sus padres con y sin motivo, lo cual es perfectamente normal. Lo que verdaderamente está diciendo Pablo en estos pasajes es que los padres nunca den motivo real a sus hijos para enojarse contra ellos con justa razón.

Y es que cuando un hijo tiene una queja legítima y justificable delante de Dios en contra de sus padres, significa que éstos están pecando delante de Dios y están siendo de tropiezo para su hijo. Una vez más, esto sucede cuando los padres maltratan a sus hijos y los tratan injustamente, en vez de cuidarlos con amor y justicia como corresponde. Cuando esto sucede, los padres se ponen a sí mismos en situación de juicio delante de Dios. Y no son los hijos o los padres quienes determinan arbitrariamente cuales quejas son justificables y cuales no. Esto lo determina la Palabra de Dios, la cual nos enseña cual es el tipo de trato justo y amoroso que Dios espera entre padres e hijos, y de manera general entre todos los seres humanos. Recordemos que cuando un padre maltrata a su hijos, está pecando primeramente en contra de Dios, luego recién en contra de sus hijos. En todo pecado cometido la ofensa es siempre primeramente para con Dios, luego para con el ser humano. Lo mismo pasa cuando un hijo maltrata a sus padres.

Cabe aclarar que tampoco estamos diciendo que los padres deben evitar castigar a sus hijos. El castigo de padres a hijos cuando es justificado y correctamente aplicado, es perfectamente legítimo y tiene su lugar dentro de la crianza de los hijos porque es además mandado por Dios (Pr. 23:13–14, He. 12:5–9).

Pero los hijos no solamente se llenan de desaliento e ira cuando ellos son maltratados, sino también cuando otras personas de su entorno personal o familiar lo son. Por ejemplo, un hijo que ve cómo su padre le es infiel a su madre, o cómo la maltrata física o verbalmente, puede llegar a sentir el mismo dolor que siente su madre, o incluso uno más profundo. No es de extrañar luego que éste se llene de ira y decepción en contra de su padre. Lo mismo pasa cuando un padre deja a su esposa e hijos y se va con otra mujer para pretender formar otra familia. O viceversa, cuando una mujer abandona a su marido. Este tipo de deslealtad sufrido en el entorno familiar es también causa para que los hijos se llenen de tristeza, ira y rebeldía. En estas circunstancias —y siempre que haya pecado de los padres de por medio— los hijos tienen también un caso justo delante de Dios en contra de sus padres. Y Dios no ignora por supuesto tales injusticias, siendo que es más bien obligación de los padres el cuidar y amar a sus hijos como nadie más en este mundo.

Por último, un hijo que es maltratado por sus padres lógicamente no tiene motivación para escuchar consejos y hace lo bueno. Tampoco tiene el incentivo, ni el ejemplo adecuados para tratar bien a otros. Y no tiene la motivación necesaria para tomar buenas decisiones que le ayuden a apartarse del pecado y la corrupción que hay en el mundo. Pecado y corrupción que —dicho sea de paso— se refleja y magnifica enormemente en el Internet. Asimismo cuando hay tristeza, ira, decepción y rebeldía en el corazón, es fácil sumergirse en el pecado y la maldad.

Por este motivo definitivamente, no hay mejor control parental que criar a los hijos en el amor y en el temor de Dios, demostrándoles que son verdaderamente amados, cuidados y protegidos. Porque después de todo, son hijos de Dios antes que nuestros. Sus vidas no nos pertenecen, le pertenecen a Dios, y nosotros los que somos padres daremos cuentas delante de Dios de la buena o mala crianza y del buen o mal trato dado a ellos.

Educación Cristiana es control parental

Sin lugar a dudas, la influencia de la cultura secular en los hijos a través del Internet es enorme. Ellos reciben del Internet y de la sociedad en general un tipo particular de educación que contradice en su mayoría los principios éticos y morales de la Palabra. Por lo cual, ahora más que nunca es imperativo que los padres brinden a sus hijos una enseñanza sólida de la Palabra de Dios. Ésto último es sin duda la mejor herencia que un padre puede dejar a sus hijos, sumado por supuesto a un visible ejemplo de obediencia a Dios que sirva como inspiración para ellos.

Por eso es tan importante que los padres Cristianos abunden en el estudio profundo de la Palabra y perseveren también en la oración, buscando la inspiración y dirección del Espíritu Santo para sus propias vidas. Lamentablemente se ve hoy en día a iglesias y líderes que en vez de enseñar a su membresía a amar la Palabra, enseñan más bien a rehuirla, ignorarla y menoscabarla. Pues ni aún los mismos líderes y pastores se someten al estudio profundo de ella. Y muchos que predican y enseñan lo hacen de manera irresponsable e improvisada. Los creyentes por su parte, se escapan de escuchar la Palabra bajo cualquier pretexto. Algunos prefieren participar en actividades de ventas y recaudación de fondos antes que escuchar la predicación. Otros por su parte se salen a charlar en los pasillos del templo o a tomar un refresco en la tienda de la esquina en la hora de la enseñanza. Todo a veces bajo la mirada indiferente de los líderes.

Tristemente en algunas iglesias la escuela dominical se ha convertido en un espacio netamente de compartimiento social donde se pasa más tiempo cantando, charlando, haciendo dinámicas y juegos o compartiendo refrigerios, que estudiando la Palabra de Dios. Y no es que compartir socialmente entre hermanos tenga algo de malo. Es necesario que hayan espacios para ello en la iglesia, y a veces la escuela dominical es uno de ellos. Pero la escuela dominical es fundamentalmente para aprender la Palabra de manera sistemática. No por nada se la ha llamado "escuela" dominical. Y es quizá la oportunidad más apropiada en la semana para brindar una enseñanza sólida a la membresía. Después de todo, celebrarla 52 domingos al año tampoco son suficientes cuando se trata de equipar espiritualmente de manera adecuada a la iglesia, por lo cual no hay tiempo que perder.

Entonces cuando descuidamos la enseñanza de la Palabra en la iglesia, luego no entendemos por qué los creyentes sucumben fácilmente ante el embate del liberalismo, las corrientes filosóficas humanistas-materialistas y los movimientos ideológicos y sociales. Los cuales están destruyendo toda noción de ética y moral en la sociedad moderna. Y es que los creyentes promedio no tienen forma de defender su fe ante estas corrientes y movimientos porque no están adecuadamente entrenados en la Palabra. Por ese motivo muchos tarde o temprano se apartan del camino de Dios, y muchos de nuestros adolescentes y jóvenes creyentes pierden la fe en la Palabra siendo arrastrados fácilmente al agnosticismo y al ateísmo.

Finalmente, cabe recalcar nuevamente la importancia de la enseñanza de la autodisciplina a los hijos, pues ésta les da a ellos la capacidad de apartarse del pecado por convicción y voluntad propia. Cuando sean mayores de edad e independientes ya no tendrán a sus padres para decirles qué hacer. Tendrán que tomar buenas decisiones por propia convicción. La autodisciplina tampoco se inculca en los hijos de la noche a la mañana; es algo que se enseña a lo largo de los años en toda su etapa de crecimiento y desarrollo.

El estudio titulado "La disciplina en la Biblia" disponible en este sitio web desarrolla el significado e importancia de la disciplina en general y de la autodisciplina en particular, como un de los tipos de disciplina mencionados en la Biblia.

Conclusión

El uso de las herramientas de control parental en los servicios de información digital son un buen complemento cuando existe una estrategia integral de crianza Cristiana de los hijos. Pues una vez más, no hay menor control parental que enseñar a nuestros niños y jóvenes el temor de Dios. Cuando hay verdadero temor de Dios en la vida del creyente niño, joven o adulto, existe la convicción personal de apartarse de lo malo para agradar a Dios. Si es así, los hijos aprenden a hacer lo bueno no por temor a sus padres, sino por temor a Dios y porque anhelan la santidad en sus vidas. Lo cual les será útil para toda su vida adulta, pues cuando estén en esa etapa, nadie podrá decirles qué hacer, dependerá únicamente de ellos el tomar las decisiones correctas.

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Este material está en constante revisión y complementación.

Versión 0.1 (20-07-24)